Y es que sé muy bien que si tuviérais con los demás el mismo criterio que con vosotros mismos, no habría nadie que no se encolerizara (véase nota) por los hechos ocurridos. Todos estimarías pequeño el castigo para quienes han tramado tales actos.
NOTA:
Es un tópico común en la oratoria tanto pública como privada. Por muy llamativo que hoy nos parezca, el defensor, o acusador, según los casos, no oculta su odio e irritación contra la parte contraria, y, muy al contrario, busca por todos los medios provocarla en los jueces. Al jurado nunca se le pide ecuanimidad u objetividad, sino ira o piedad. Ello se basa en el carácter originariamente vindicativo de la justicia que nunca se perdió en Grecia. Al fin y al cabo el objetivo final de un juicio es la venganza personal.
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